viernes, 17 de junio de 2011

Mis sueños son comunes a todos por Rotmi Enciso

Entrevista con Ofelia Medina Año 19 No. 153

Rotmi Enciso

Mis sueños son comunes a todos

Para Marlene, por las historias

25 películas, 24 obras de teatro, 7 telenovelas y dos discos forman parte de la trayectoria artística de Ofelia Medina, que con motivo de la promoción del disco Sor Juana Hoy, Un amoroso tormento, en el que canta huapangos , boleros y hasta rancheras con letras de Sor Juana Inés de la Cruz y música de Rafael Elizondo, nos dio esta entrevista en su casa.

Al ir subiendo las escaleras encontré entre mis pies a cada peldaño algunos de los premios que ha recibido; Heraldos, el Ariel y otros.

Después de contestar varias llamadas, despedir amigos y buscar el vestuario para la presentación del disco, Ofelia se sienta por fin frente a nosotras, mientras suspira y ríe.

¿Cuál fue tu sueño de niña?

Cuando era niña quería ser bailarina, quería estar en escena y la manera como comencé a hacerlo fue bailando. Desde los tres años fui estudiante de danza. Mi mayor diversión era esa, bailar. Fui una niña muy segura y querida, no tenia miedo a la oscuridad, saqué diez en toda la escuela , sin problema; no fue difícil nada.

Soy la segunda de 5 hermanos, debo de haber sido algo horrible para ellos, sobre todo para mis hermanas, porque los comparaban conmigo desde chiquitos.

Fuimos hijos de una mujer que nos crió disciplinadamente, cosa que a mi me parece rarísimo en los mexicanos, como que no planean la educación de sus hijos, como que lo padecen; mi mamá no lo padecía.

Mi papá era un hijo de familia, -soy de familia árabe-. Vivíamos en Mérida todos juntos, como se usa: el harem, en la casa del viejo los hijos se casan, vienen las mujeres y es la abuela la que controla todo. Mi mamá que ya era una universitaria, decidió tener sus hijos allá y después dijo: “Vámonos” . Como habían estudiado en el D. F. Decidieron probar fortuna y para mi papá significaba independizarse. Porque él se pudo quedar en casa de mis abuelos, hasta sin trabajar ni nada, ya después de que se muriera mi abuelo, heredar su parte. Pero no, quisieron venirse. En ese momento el D. F. Empezó a crecer de los ricos y luego de los pobres: cuando el campo se abandonó.

¿Cómo fue tu inicio en la actuación?

En teatro. Soy gente de teatro, mi primera obra fue H30 bajo la dirección de Alejandro Jodorowsky, continué haciendo teatro y mas tarde me propusieron hacer un papel estelar en la película Patsi mi amor, de Manuel Michel, donde recibí el premio a la revelación. En T. V. comencé en un programa que se llamaba Cosa Juzgada y luego me propusieron la telenovela Lucia Sombra.

Así siguió mi vida hasta que me fui a Los Ángeles como premio. Después de una telenovela que fue un éxito, Emilio Azacárraga me mando a llamar para preguntarme que qué quería yo, que me daba un regalo. Mándame a estudia un año fuera de México –dije- ¿Qué quieres estudiar? –preguntó-. Actuación. Estás loca, si eres muy nuena actriz.

Me fui un año a Los Ángeles a estudiar actuación.

¿Y qué aprendiste?

Más que nada un lenguaje de comunicación. –Ofelia se levanta, recorre el espacio donde estamos, y actúa lo que va diciendo-. En México la mayoría de los directores de cine y T. V. No manejan un lenguaje técnico, no conocen una terminología, ningún director es actor y nos deprecian. Te dicen: “la escena es que llegas a decirle a ella que su mamá se murió, vas a entrar por aquí, dices el texto cuando llegas aquí, y te sientas. OK? ¿Todos listos? ¡Corre cámara!

Note dan oportunidad ni a ti, ni a mi, e ¿cómo estás cuando yo llegue? Si estas tranquila o no; crear tu estado. Entonces, yo no vengo tranquila, ya sé que traigo cara de que tu mamá se murió o de ocultar que lo sé.

Aprendí como preguntar al director lo que quiere y crear atmósferas, porque si no, pasa lo que en esta tele mexicana ¡Corre cámara! Entran como si nada y de repente dicen: oye, ¿sabes que tu mamá se murió? –se ríe-.

¿Qué pasó después?

Regresé justo cuando empezaron los problemas de la ANDA. De Hacienda comenzaron a llamar a todos los actores, diciéndonos que iban a encarcelarnos porque no habíamos pagado los impuestos. Cuando el sindicato nos entregaba nuestro cheque ya venían descontadas las prestaciones sindicales y los impuestos, pero se los gastaron. Nos dimos cuenta de eso, fuimos a pedirle cuentas al sindicato. Nos sacaron de la asamblea; se decidió hacer un sindicato independiente, que no podía trabajar más que en T. V. Porque no estaba afiliado a la C. T. M.

Emilio Azcárraga acababa de estrenar Televicine y quería que hiciéramos una película. No puedo hacer películas porque estoy fuera del sindicato – le dije- . Pues regresa al sindicato. No quiero. Tienes que trabajar. Dije no, y me sacó.

¿Fue tu primera disidencia social?

Si, pero nos fue muy mal, fue un movimiento perdido. Resistimos tres años, Todos, uno por uno fueron regresando y finalmente en grupo. No hubo manera de generar fuentes de trabajo independientes.

Fue un movimiento muy importante a nivel social

Si, pero internamente para nosotros fue muy frustrante. Después de algún tiempo Emilio volvió a llamarme para preguntarme qué era lo que iba a hacer. Le dije –en ese momento se me ocurrió- quiero hacer la vida de una mujer, así como María Conesa. Hicimos la telenovela Toda una vida.

¿En que momento te llama la atención la lucha social?

Siempre, no es que de repente te nace. Ha sido siempre.

¿Cómo lo combinas con tu carrera?

Yo no tengo una carrera, no es una carrera, Hay vida; es mi vida. No es que una sea mi carrera artística y otra mi carrera social. No es carrera porque carrera quiere decir corriendo y correr me da mucha flojera. No racionalizo si soy de una manera u otra; siento que eso es perder el tiempo. No me pienso a mi. –Me mira, levanta un poco la ceja izquierda y se queda en silencio por un momento-.

El primero de Enero de 1994 hay un cambio, fue todo un proceso, primero fue una cosa humanitaria y de ayuda y de ir conociendo, y a fin de año que hicimos la huelga de hambre, ya hay una definición. He decidido ser zapatista. Ahora, tal vez si esta primero eso.

¿Haz tenido problemas por serlo?

Si, hay gente que le da miedo trabajar conmigo o que piensa que no le van a dar dinero si participo yo, porque soy una persona molesta para las instituciones. Hay gente que no me habla. El día que fui al concierto de Chabela Vargas en Bellas Artes, que fue fantástico, hubo gente que me vio de lejos y al cruzarnos coloque volteaban a otro lado, como que no me reconocieron. Piensan que me viene siguiendo Gobernación y que todos mis amigos están involucrados. Alguna gente se siente comprometida de estar en un lugar público conmigo.

¿Cómo sientes esta situación?

Raro, porque me esta pasando desde hace poco. Si, siento raro. Pero al mismo tiempo que pasa eso, también hay gente que nunca había sido tan abiertamente solidaria.

¿Hay alguna persona que ha influido en tu vida?

Muchas, como por ejemplo, Julio Castillo, Juan Ibañez, que fue mi marido y era mi director, Jesusa, Fiona Alexander y muchas otras personas.

¿Cuál sería para ti una verdadera pasión?

¿Cuál sería…? Varias –suelta una carcajada-.

¿Qué significa este tiempo tan determinante que vivimos en México para ti?

Estos son los momentos de la esperanza. Están pasando cosas tan maravillosas. Somos tan privilegiados de vivir este momento, aunque es tan doloroso, tan terrible. Esta es la historia y tenemos el privilegio de cambiar algo. En el 93las conversaciones eran tan depresivas; no había líderes, no había ideales, y 1994 para mi fue: ¡Cómo que no hay! Ahí esta el ejemplo de esas mujeres indígenas campesinas organizadas, son de verdad. Y están surgiendo cualquier cantidad de expresiones artísticas a raíz de eso, de nosotros los zapatistas urbanos, de los zapatistas de tacón.

Y por último. ¿Hay un sueño que no hayas realizado en tu vida?

El que mi camino haya sido fácil, no quiere decir que haya logrado lo que sueño. He sido muy privilegiad, eso es real, nunca he hecho un papel secundario. Todo ha sido fortuito, en mis logros personales soy afortunadísima, pero mis sueños son comunes a todos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario